Por Elisa Moravis
Siempre he sido lo que soy, desde cría:
cubierta de sábanas, sueños vanos,
que con los años descubrí tiranos,
y arrojé tras de mí, trémula y fría.
Mocedad, copa en mano y gallardía:
Floridos grilletes -quizá, o pantanos
espejismos, ladrones de veranos.
Dolorosa y descalza rebeldía.
A mi ser llagado, los años pesan:
sobre mis hombros cargan sus fracasos,
cobijo de estupores me atraviesan.
El desamparo arrulla mis ocasos
Mis goces, mis encantos ¡Cómo pesan!
siempre han sido lo que son: escasos.