Colectánea | Tengo una idea…pero no es suficiente

Por Sofía Murillo

Mujeresaladas | La Paz, Baja California Sur.- Si para ti “suficiente” significa una obra que revolucione el arte Latinoamericano contemporáneo, pues sí, tienes toda la razón, no lo es.

Así de sencillo, una idea no va a revolucionar nada, ¿qué podría hacer una idea sola y sin cuerpo?, ¿sin voz ni lengua que la comuniquen?, ¿sin piezas que la armen? Una idea sólo es suficiente para ser idea y ya está. Si esa era tu expectativa, entonces has triunfado, pero si esperabas una obra de arte hace falta el trabajo, la técnica.

A una idea le faltan los elementos que le van a dar base y soporte. Porque es muy fácil contarle a todo mundo los sueños y metas que tienes, tan sencillo que se quedan en una charla. Lo difícil es sentarse a planear, a definir los pasos a seguir.

Te mentí, planear todavía es fácil —y necesario porque en las grandes obras los elementos pensados son los que le dan mayor sentido—, lo más difícil es dar acción a los pasos antes determinados. 

Lo primero tal vez sea escribir el borrador de una novela, cuento, etc.; tal vez crear un boceto o articular movimientos preliminares para una coreografía. Sin embargo, un borrador es suficiente para ser un borrador, pero nunca para ser una obra de arte. Lo siguiente será el trabajo artístico: darle forma, voz y agregar el arte a la idea planeada y plasmada. Esto lleva tiempo, pero siempre ocuparás muchas más cucharadas de  paciencia.

Si tras haber trabajado tu obra aún sientes que no es lo que esperabas, estás en el momento adecuado para enseñarla a los demás, preferiblemente a tu círculo de confianza pero mejor si es cualquiera, lo importante es que sea un conjunto de personas. Si te asustan las críticas o comentarios este paso será ideal para tener algo así como un ensayo general, te ayudará a recibir comentarios que serán manejables, pues sabrás que aún puedes hacer cambios en tu trabajo.

En las críticas es fundamental tomar sólo las constructivas, si alguien dice que tu trabajo es malo que argumente y exponga de manera clara sus sugerencias. Recuerda que sólo tú tomarás la decisión de qué tanto y cómo hacer cambios o adecuaciones, después de todo la obra es tuya.

Hecho esto ya sólo faltará un pizca de detalles para que esté lista; y esta obra será suficiente para ser una obra de arte. 

Si después de todo sientes que no es lo que esperabas, tal vez sea momento de volverlo a intentar. Crear es un proceso; así como en la vida, los errores enseñan más que los aciertos. Te invito a que lo intentemos y nos aventuremos a la itinerante experiencia de ser artista.

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