Crónicas de lo Cotidiano | Felicidades, Mamás

La Fortaleza de la Solidaridad Femenina en el Viaje de la Maternidad

Por Elisa Morales Viscaya

Mujeresaladas | La Paz, Baja California Sur. En el laberinto de la maternidad, me he encontrado a menudo navegando entre una marea de sentimientos intensos y contradictorios que amenazan con inundarme el corazón y la mente. Es un viaje que para mí comenzó sin un mapa claro: me lancé a explorar las profundidades del ser madre sin haber aprendido a navegar antes en esas aguas desconocidas.

De repente, me encontré responsable de dos vidas muy frágiles que dependían completamente de mí, y la realidad de esa responsabilidad me llenó de desconcierto y vértigo. En los primeros días y semanas y meses de maternidad, me sentí sola y desorientada. Las noches interminables y los días borrosos se convirtieron en mi nueva realidad, y fue fácil perderme en medio del caos de los pañales sucios y las noches sin dormir.

En este vaivén, descubrí que el camino está tejido no solo por los lazos de sangre, sino también por los hilos invisibles de la amistad y la solidaridad. Las otras mujeres, las otras madres, fueron el faro en medio de mi tormenta; la compañía de “otras” que navegaban por estas aguas turbulentas marcó la diferencia.

Entre risas y lágrimas, compartimos historias de fracasos y desafíos. Nos abrazamos en los momentos de angustia y nos alegramos por cada pequeña, minúscula victoria -hoy durmieron más, hoy lloraron menos-. En este viaje compartido, nos convertimos en confidentes, consejeras y compañeras de aventuras. Y en el portentoso acto de criar a nuestros hijos, descubrimos que nuestras propias experiencias se entrelazan con las de nuestras amigas madres.

Es en esta comunidad donde encontré un refugio, donde compartimos no solo el peso de la crianza, sino también la alegría de ver crecer a nuestros hijos juntos. Y aunque nuestras vidas puedan estar llenas de caos y desafíos, en la calidez de la solidaridad descubrimos que, en este viaje de altibajos, no estamos solas.

Así que, en estas fechas de celebración, yo levanto mi copa para brindar por todas las mujeres valientes que forman parte de mi comunidad de madres. Gracias, su compañía ha sido mi salvavidas en los momentos turbulentos. Y que sigamos tejiendo juntas esta red de apoyo y amor que nos sostiene en el viaje de la maternidad y la vida.

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